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Los peores problemas del embarazo no son necesariamente los físicos

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Todo el mundo se mete contigo cuando estás embarazada y la mayoría de la gente lo hace con buenas intenciones.

Preguntarle a una mujer embarazada cuándo se aliviaba siempre me pareció ridículo y hasta ofensivo. "Ni que estuviera enferma" pensaba yo, mientras hacía corajes y me burlaba de lo que siempre me pareció mojigatez de aquel que preguntaba... No me imaginaba yo que, cuando llegara mi turno, la odiada preguntita me haría mucho más sentido que cualquier otra. Estoy segura que hay mujeres que tienen embarazos felices y sin complicaciones; pero no fue ese mi caso. Me pasé dos meses con náuseas casi sin salir de casa y comiendo todas las mandarinas posibles, que era lo único que me estómago aguantaba.

Por ahí del cuarto mes mi útero decidió crecer tanto que empezó a aplastarme la costilla y durante más o menos mes y medio sentarme resultó casi imposible. Por ahí del sexto mi panza ya era tan grande que mi pelvis ya no la podía cargar y por lo tanto caminar más de 10 min era un lujo inalcanzable. Para el séptimo mes mi gastritis era tan insufrible que terminé llamando una ambulancia y para el octavo ya casi no podía comer. En las últimas semanas desarrollé una enfermedad en el hígado que me provocó comezón en todo el cuerpo y terminó por ocasionar que me indujeran el parto unas semanas antes de tiempo.

Así que cuando en mi baby shower alguien me preguntó "Clau, ¿y cuando te alivias?" me pareció que era la pregunta más adecuada y prudente que alguien me había hecho en 8 meses, pues en ella estaba implícito que muy bien no lo estaba pasando. Y es que la verdad los males físicos y los pantalones elásticos son lo de menos.

No me vuelvo a burlar de la sabiduría tradicional.

Lo verdaderamente grave, lo que te hace sentir enferma y débil son las imprudentes preguntitas de los amigos y la familia, los comentarios machistas de los jefes y compañeros de trabajo y todos los consejitos amorosos que nadie pidió, así como chorrientas personas que con muy buenas intenciones quieren verte para sobarte tu baby bump.

Sí, todo el mundo se mete contigo cuando estás embarazada y la mayoría de la gente lo hace con buenas intenciones. Eso no lo hace ni más llevadero, ni menos malo. Pareciera que en el instante en que dices que estás embarazada tu cuerpo se vuelve cancha legal para todo tipo de comentarios y opiniones. De pronto hasta que haces con tus pezones es tema de conversación en la cena. Tus decisiones están a debate público y los meseros se sienten con derecho a verte feo si pides una copa de vino.

Pareciera que estar embarazada implica que tu cuerpo deja de ser tuyo y aquello que se considera inconcebible normalmente (como estarle tocando la panza a tus amigas sin siquiera preguntar) se vuelve aceptable. Desde qué debes y qué no debes comer hasta qué cremas te puedes poner. Todo el mundo te va a dar consejos... todos con buenas intenciones... y todos muy muy molestos.

via GIPHY

Por si fuera poco estar embarazada también provoca que te sientas más mujer que nunca. Y no me refiero a que las varices y los kilos demás te hacen sentir más sexy que antes; me refiero a que si eres de las contadísimas mujeres que nunca han sentido discriminación por ser mujer te aseguro que el asunto está por cambiar. Te reto a ir a una entrevista de trabajo estando embarazada, o decirle a tu jefe que sí eres capaz de hacer el trabajo aun cuando vas a tener un bebe. Estoy segura que a los nuevos padres no les preguntan sus jefes quién va a cuidar a su hijo mientras ellos trabajan, ¿se asume no? Para eso está la mamá.

Estar embarazada también te hace entender (si es que todavía no lo haces) a qué nos referimos cuando decimos este cuerpo es mío y yo decido. Yo decido qué como y qué no, cómo lo visto y quién lo toca, también cuando estoy embarazada. Estar embarazada no te hace tonta y el amor por un hijo no te hace incapaz de mantener un trabajo porque la preocupación te nubla la vista y el entendimiento. No hace que tus méritos profesionales desaparezcan o sean menos importantes. Estar embarazada tampoco te hace tu capacidad para entender de política, o de moda o de comida o de lo que sea que hablaras antes.

No me vuelvo a burlar de la sabiduría tradicional. Cuando estás embarazada y te preguntan "cuándo te alivias?" lo hacen porque en teoría estás 'enferma de hombre'. Y qué razón tenía quien se dio cuenta que además de los males físicos que conlleva el milagrito de la vida estar embarazada implica aguantar todos los micromachismos que se les puedan ocurrir. Todos por supuesto, despachados en forma de consejitos, preocupaciones y buenas intenciones.

*Este contenido representa la opinión del autor y no necesariamente la de HuffPost México.


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