
La generación de poco más de 3 millones de empleos formales que presume el gobierno de Enrique Peña Nieto no ha tenido un impacto significativo en el crecimiento económico. Y esto se debe a que dichos empleos, no han generado un incremento de la productividad.
De acuerdo con cifras del gobierno federal, en lo que va del sexenio se han creado 3 millones 133,980 empleos, cuyos trabajadores cotizan ahora en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Una cifra que supera el número de empleos generados desde la adminsitración del expresidente Carlos Salinas de Gortari.
Por primera vez se crean más de 3 millones de empleos formales en un sexenio: https://t.co/ySePrGEJiKpic.twitter.com/ApgDfxu3Ts
— Enrique Peña Nieto (@EPN) 16 de octubre de 2017
Lo que no se dice es lo MAL pagados que están. 47% gana hasta $4,800 al mes pic.twitter.com/aalP2VW3DG
— Mexico Analytics (@mexicoanalytics) 16 de octubre de 2017
Sin embargo, este crecimiento "atípico" en la creación de empleos, a diferencia de otros sexenios, cuenta con la particularidad de no estar asociado a un crecimiento económico. Y esto se debe a que la generación de empleo en lo que va del sexenio, no tiene repercusiones directas en el crecimiento del Producto Interno Bruto o en la mejora de los salarios.
"Lo que realmente es único y se destaca de este sexenio es el crecimiento atípico registrado, tomando en cuenta que el crecimiento económico y del PIB per cápita. Los aumentos de empleo registrados en el IMSS han sido prácticamente el doble", explica David Kaplan, experto en mercados laborales y seguridad social del Banco Interamericano de Desarrollo.
"A partir de 2013, vemos que la línea roja es el aumento porcentual de empleo con IMSS, que ha sido bastante superior al crecimiento del PIB real", añade durante un taller coordinado por la organización civil México ¿Cómo vamos?. "Esto es lo que llama la atención de estos años", apunta.
De acuerdo con Kaplan, este crecimiento del empleo formal tiene que ver principalmente con la reforma laboral impulsada por el expresidente Felipe Calderón y el presidente Enrique Peña Nieto tras las elecciones de 2012. Esto, además de otras medidas como mayores inspecciones por parte de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, así como el impulso del Régimen de Incorporación Fiscal que buscaba formalizar a pequeños contribuyentes.
Este crecimiento atípico de la formalidad empieza aproximadamente con la reforma laboral. Se aprobó en diciembre de 2013 y casi inmediatamente, en 2013, se observa una reducción en la tasa de informalidad".David Kaplan, exerto en mercado laboral del BID
De este modo, la informalidad tuvo una ligera caída en lo que va del actual sexenio, que va del 59.6% a finales de 2012 hasta 56.5% registrado a mediados de 2017.
Sin embargo, el nivel de empleos informales que existen en México siguen siendo muy altos en relación al tamaño de su economía si lo comparamos con otros países de América Latina como Chile, Uruguay, Brasil, Argentina o incluso Venezuela.
Al mismo tiempo, el aumento en la generación de empleo tampoco está asociado a un incremento del salario, ya que de septiembre de 2012 que comenzó a discutirse en el Congreso la reforma laboral, hasta septiembre de 2017, el salario apenas registró un pequeño incremento de 1.7%.
Pero entonces, ¿por qué la generación de empleo no ha tenido un impacto en el crecimiento de la economía? Es la pregunta que hizo el HuffPost a Kaplan, quien considera que el aumento del empleo formal tiene aspectos positivos.
Sin embargo, es posible que una buena parte del crecimiento en la generación de empleos se deba a una regularización de la situación de los trabajadores que laboraban irregularmente, más que a la generación de nuevos empleos como consecuencia de un auge de la economía.
"Sí es un cambio real en algunos aspectos. Esa persona tiene acceso a las prestaciones médicas del IMSS, eso es un cambio real. Se aporta a su pensión. Si fallece tiene seguro de vida, tiene su cuenta de Infonavit. Estas cosas son cambios reales", explica el especialista.
Pero creo que en cuanto a la producción de esa empresa, no ha cambiado mucho", agrega Kaplan. "El hecho de que las empresas ahora sí están cumpliendo con la ley importa mucho, pero si el mismo trabajador llega a la misma empresa, pero ahora con seguridad social, no creo que esa empresa produzca dos veces más. Yo pensaría que esa es la explicación".
Asimismo, otros expertos consideran que si bien el sexenio de Peña ha generado muchos empleos, estos no necesariamente son bien remunerados.
"Con seguridad, en este sexenio se han creado más empleos, con tasa de desocupación apenas 3.4% de la Población Económicamente Activa", señaló en mayo pasado Gabriel Pérez del Peral, director de la carrera de Economía de la Universidad Panamericana.
"Pero entre 60 y 70% de esos nuevos puestos de trabajo ganan entre dos y tres salarios mínimos, con una tasa de informalidad laboral –o personas que trabajan en el ambulante, en negocios que no pagan impuestos y sin contrato– de casi 60%", aseveró Gabriel Perez en entrevista con Publímetro.
En este sentido, los empleos mejor remunerados han registrado una tendencia a la baja, según datos del INEGI. Las personas que ganaban de tres a cinco salarios mínimos sumaron 6.88 millones al cierre de 2016, lo cual representa una caída respecto a los 7.44 millones registrados en 2015. Lo mismo pasó con los trabajadores que ganaban más de cinco salarios mínimos que pasaron de 3.25 millones en 2015 a 3.16 millones de trabajadores en 2016.
"Desde hace un buen rato, los empleos creados han sido de muy baja remuneración y con todo lo que pasa es difícil pensar que tendremos buenos empleos", dijo a Expansión, el economista Jonathan Heath en febrero pasado.
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