Si te estás haciendo esa pregunta, lo más probable es que estés caminando sobre la delgada línea que divide lo que es aceptable y no dentro de una relación.

Si bien la infidelidad física es fácil de definir (¿hubo intercambio de fluidos? Eso es ser infiel), la infidelidad emocional o microinfidelidad se ubica en un área más gris.

Pero esa área gris se convierte en lodosa cuando consideras si esa 'microinfidelidad' es definitivamente algo malo. Porque, ¿no está en la naturaleza del ser humano coquetear? ¿Hay una línea entre ser desleal a tu pareja y lidiar con tu vida diaria?

"La microinfidelidad es una serie de pequeñas acciones aparentes que indican que una persona está enfocada emocional o físicamente en otra que está fuera de su relación actual", dijo Melanie Schilling, experta en relaciones, a HuffPost Australia.

Ejemplos de ello es enviar textos a alguien sin que tu pareja lo sepa; guardar un contacto bajo un nombre falso en tu teléfono; o mentir sobre el estado de tu relación actual a los demás.

¿Cómo sé si estoy cometiendo una microinfidelidad?

"Podrías estar cometiendo microinfidelidades si te conectas en secreto con un tipo o una chava en tus redes sociales; si compartes chistes privados; si minimizas la seriedad de tu relación con alguien; o si pones un nombre falso de contacto en tu teléfono", dice Schilling.

"Estas son señales de que estás en un "coqueteo encubierto" y que lo mantienes fuera del alcance de tu pareja. Si sientes que tienes algo que ocultar, es necesario que te preguntes por qué lo haces".

Señales de que tu pareja comete una microinfidelidad

"La secrecía es la señal delatora", dice Schilling. "La microinfidelidad es una traición sutil y necesita la secrecía para encender su fuego".

"Si tu pareja mantiene conversaciones privadas o chats en línea a solas que enseguida termina u oculta cuando entras en la habitación: si contactan a un ex para compartir un aniversario o algún otro evento íntimo; o quizá halagan a otra persona en formas en que no te halagan a ti; o quizá se reunió con alguien del sexo opuesto bajo el pretexto de una cita de negocios y luego descubres que no se trataba de nada de trabajo... todas estas son señales que debes atender".

¿Qué puedes hacer al respecto?

El problema con la microinfidelidad es que, por su propia naturaleza, es sutil. Así que si sientes que hay razones por las cuales preocuparte, podrías caer en una trampa y convertirlo en obsesión o en celo excesivo.

Por supuesto que también todo esto podría resultar en un montón de cosas de las cuales no vale la pena preocuparse. Así que tienes que estar segura de que tus preocupaciones estén bien fundamentadas antes de sacar conclusiones.

"La clave es mantener la objetividad y ser racional y no ser subjetiva y emocional. Aventar acusaciones vacías o insultos no te llevará a ningún lado", recomienda Schilling.

"Sé específica en cuanto a los comportamientos que has observado, explica qué te hizo sentir así y pregunta lo que sea necesario saber.

"Por ejemplo: 'Cuando te pasaste una hora en el teléfono con tu ex la noche en que salimos a cenar me sentí marginada y súper inútil. Prefiero que me des toda tu atención en nuestros momentos especiales'. O también: 'Cuando pones todos esos emojis de corazón en su post me hace sentir que tu pareja es alguien más y no yo. La próxima vez sería bueno que guardaras todo tu amor en las redes para mí".

¿A qué te puede llevar la microinfidelidad?

"Permitir que una microinfidelidad continúe puede fijar un patrón en una relación que te fatigue y que además le indique a tu pareja que también puede incurrir en algo similar", dijo Schilling.

"Al permitirlo, efectivamente estarás diciendo: 'Sí está bien que coquetees y flirtees. No importa que me dejes en segundo lugar'.

"con el tiempo, esto puede minar tu autoestima y preparar el terreno para que tú seas la 'víctima' en tu propia relación".

Sin embargo, es importante advertir que lo que pudiera ser microinfidelidad podría ser en sí un comportamiento inofensivo. Después de todo, todo mundo tiene derecho a flirtear un poquito, ¿o no?

De acuerdo con Schilling, el factor clave tiene que ver con la intención.

"Lo primero que tienes que establecer es qué intención hay detrás de ese comportamiento", dijo.

"Si se trata de un hábito inconsciente que tu pareja ha desarrollado con el tiempo debido a que sus otras parejas lo permitieron, entonces tienes la oportunidad de tomar cartas en el asunto y fijar nuevas reglas.

"Sin embargo, si se trata de algo que hace activamente y que no cambian cuando se lo has pedido, quizá es el momento de considerar si esa relación en realidad es buena para ti".

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:

9 razones por las que no deberías celebrar una boda tradicional

La forma correcta de discutir en una relación

Anótalo en tu agenda: esta es la mejor hora del día para el sexo