Muchos se preguntan qué pasa con la situación en Bolivia y si la población está a favor o en contra del gobierno del presidente Evo Morales y su política, ya que este pasado martes 28 de noviembre el Tribunal Constitucional Plurinacional emitió un fallo por el cual quedan inaplicables cuatro artículos de la constitución, lo que permite que Morales pueda ser candidato presidencial nuevamente y de manera indefinida.
Senadores y diputados del Movimiento al Socialismo (MAS) —el partido del presidente Evo Morales— presentaron una Acción de Inconstitucionalidad Abstracta en el mes de septiembre, asegurando que estos artículos limitaban el derecho político de las personas al poner un límite a la cantidad de veces que alguien puede aspirar a un cargo público, amparándose de la Convención Americana de Derechos Humanos. Sobre esta decisión el propio Secretario General de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, aseguró que el Pacto de San José no tiene como fin perpetuarse en el poder.
Las manifestaciones y protestas no se han hecho esperar en Bolivia, desde que se conoció el fallo del Tribunal Constitucional del pasado martes en la tarde, desde ex mandatarios, analistas políticos, hasta estudiantes han salido a las calles.
El problema de no respetar la Constitución Política del Estado en repetidas ocasiones está en la posibilidad de "perpetuarse" en el poder, por si no fueran suficientes once años, con el pretexto de continuar con el llamado proceso de cambio y hablar a nombre de "pueblo".
Los magistrados que habilitaron al presidente y vicepresidente a ser candidatos a una nueva elección están en sus últimos días de funciones en el cargo, pues este domingo 3 de diciembre en Bolivia se llevará adelante la elección de autoridades del Órgano Judicial y del Tribunal Constitucional Plurinacional.
Un día después de conocer esta determinación el presidente Evo Morales aseguró que el pueblo boliviano quiere la continuidad de su gobierno para seguir con crecimiento económico, que este fallo aplica también para las autoridades de la oposición y que sus rivales políticos deberían estar preparándose para las elecciones en lugar de criticarlo. Evidentemente evadió el cuestionamiento sobre la vulnerabilidad de la Constitución Política del Estado al ponerla por debajo de la Convención Americana de los Derechos Humanos. Se entiende que la Constitución de un país es la norma jurídica "suprema" que rige la organización de un Estado y no está abierta a interpretaciones.
Si el presidente boliviano Evo Morales logra ser reelegido en las siguientes elecciones, llegaría a cumplir 19 años como mandatario, con una serie de cuestionamientos sobre la manera en la cual pretende quedarse en el poder a nombre de los bolivianos.
Al parecer esta decisión del gobierno boliviano sirvió de apoyo para el presidente Venezolano Nicolás Maduro, pues el vicepresidente de aquel país, Tareck El Aissami, habló sobre la intención de postularse a una elección presidencial en el año 2018, como si la democracia aún existiera en Venezuela.
Es complejo observar la situación de mi país a la distancia y tratar de hacer algo al respecto que no se quede únicamente en protestas en redes sociales y en una queja con mis compatriotas. Explicar en México la realidad boliviana es un intento de hacer escuchar la voz de varios que al parecer no pertenecen al "pueblo" del que tanto habla Evo Morales. Y de recordar que aún existe la democracia y una Constitución política que debe ser respetada y no manipulada al antojo de un sector.
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