Finalmente el gobierno venezolano ha respondido a las declaraciones del martes del presidente francés, Emmanuel Macron, quien calificó al régimen de Maduro como una dictadura.
Venezuela expresó su "firme rechazo a las lamentables declaraciones" de Macron y dijo que "constituyen una clara injerencia en los asuntos internos" de Venezuela.
Para el gobierno de Maduro, las afirmaciones de Macron "atentan contra la institucionalidad venezolana y parecieran estar arrastradas por la permanente obsesión imperial de atacar a nuestro pueblo, ignorando los más elementales principios del Derecho Internacional".
Caracas exigió al gobierno francés "respeto a su democracia", y subrayó que las aseveraciones de Macron demuestran un "profundo desconocimiento de la realidad" de los venezolanos, que el 30 de julio eligieron una Asamblea Constituyente y se alistan para comicios regionales en octubre.
Macron, en un discurso sobre política exterior ante embajadores franceses, calificó el martes al gobierno de Maduro como una "dictadura" que "intenta perpetuarse a un precio humanitario sin precedentes y radicalizaciones ideológicas preocupantes".
La presión internacional contra Maduro aumentó tras la instalación a principios de agosto de una Asamblea Constituyente, que él impulsó y que sustituyó al Parlamento venezolano, de mayoría opositora. Decenas de gobiernos, pasando por Latinoamérica, Estados Unidos y Europa vieron este proceso como un atentado contra la democracia.
Con información de AFP.
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