
Los gobiernos de Myanmar y Bangladesh firmaron el jueves en Napipyidó un memorando de intenciones que abre el camino para la repatriación de los 622,000 refugiados de la minoría musulmana rohingya que han escapado de la violencia en el territorio birmano.
El ministro de Asuntos Exteriores de Bangladesh, Mahmud Ali, y el ministro Kyaw Tint Swe, consejero de la líder birmana Aung San Suu Kyi, firmaron el "Acuerdo sobre el regreso de personas desplazadas del estado Rakáin".
El memorando "contiene la guía general de principios y políticas acordadas para sistemáticamente verificar y recibir a las personas desplazadas del estado Rakáin", explicó la Oficina de la Asesora del Estado birmano en un comunicado.
La nota oficial birmana insiste en calificar la llamada crisis rohingya como un asunto entre vecinos, Bangladesh y Myanmar, que ambos países pueden resolver de forma bilateral, dialogada y amigable.
El ministro Ali, que participó en los dos días de reuniones mantenidas en Naipyidó, explicó a la cadena de televisión Somoy que era un primer paso.
Ni las autoridades birmanas ni las bangladeshíes han revelado los pormenores del pacto, como cuándo comenzará la repatriación de los 622,000 refugiados.
Myanmar se ha mostrado dispuesta a recibirlos tan pronto como sea posible pero antes habrá que identificarlos, determinar su lugar de procedencia y compartir esta información entre ambos países.
El actual éxodo de rohinyás comenzó con las operaciones de represalia de las fuerzas de seguridad birmanas lanzadas tras los ataques, el 25 de agosto, del rebelde Ejército de Salvación Rohingya de Arakan (ARSA) a una treintena de puestos militares y policiales en Rakáin.
Aunque la violencia ha remitido y la jefa de facto del Gobierno birmano, Aung San Suu Kyi, ha prometido que el regreso de los refugiados será voluntario y seguro, la situación sigue sin ser la más favorable para esta minoría en el estado de Rakáin.
Con información de Efe.