Durante una conferencia de prensa con el presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, Donald Trump confundió y a dos periodistas rubias de Finlandia como si fuera una sola.
Cuando Niinistö le pidió a una reportera que hiciera una pregunta, Trump interrumpió visiblemente frustrado porque esta periodista tendría una segunda pregunta.
"¿Otra vez? ¿Le vas a dar la pregunta a la misma? ", preguntó Trump.
Niinistö se vio explicado a explicar de manera incómoda que la reportera a la que él se dirigió era en realidad una mujer diferente que la que había hecho la pregunta
"No, no es la misma señorita", le dijo a Trump. "Están sentadas una a lado de la otra".
La periodista rubia en cuestión se levantó. "Tenemos muchas mujeres rubias en Finlandia", le dijo al presidente estadounidense.
Mientras, el corresponsal de la Casa Blanca, Zeke Miller tuiteó: "#NoPuedoInventarlo"
"'Tenemos muchas mujeres rubias en Finlandia' es mi respuesta favorita del día".
Trump tiene una historia de extrañas e incómodas interacciones con reporteras.
En marzo, él llamó "hermosa" a la editora global de opinión del Washington Post, Karen Attiah, después de que ella le preguntara acerca de su retórica divisaba y su acercamiento a la inclusión racial. Y justo dos meses después, él pausó una llamada telefónica con el nuevo primer ministro irlandés, Leo Varakdar, para decirle a una reportera de aquel país, presente en la Oficina Oval, que tenía una "linda sonrisa", y le dijo al primer ministro que Cairina Perry lo debe de "tratar bien".
Esta nota se publicó originalmente en la edición estadounidense, HuffPost US.
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