
Aunque las candidaturas independientes han estado presentes desde el proceso electoral de 2015, muchas de las reflexiones en torno a éstas se han centrado en los contados casos de éxito o en ubicarlas como parte de una estrategia para fragmentar el voto de los partidos políticos. Es decir, se vuelven relevantes al compararlas con las candidaturas de los partidos pero pocas veces se analizan las diferencias que existen entre las candidaturas independientes, las cuales pueden fortalecer o debilitar los obstáculos para conseguir el registro. En este texto me centraré en mostrar la heterogeneidad de quienes aspiran a una candidatura independiente a la luz de la trayectoria política, las redes, el discurso y el género. En el contexto del actual proceso electoral.
Trayectoria política
Existen dos grandes grupos que enmarcan la trayectoria política de quienes aspiran a una candidatura independiente: personas que participaron activamente en al menos un partido político y personas que han participado o participan en alguna organización política, religiosa o empresarial. En el primer grupo se observan personajes como Margarita Zavala, Jaime Rodríguez "El Bronco", Armando Ríos Piter y Manuel Clouthier. En el segundo grupo pienso en María de Jesús Patricio "Marichuy", quien ha luchado por la defensa de los pueblos indígenas y es vocera del Consejo Indígena de Gobierno. También está el caso de Pedro Kumamoto, quien logró en 2015 ganar una diputación local desde una candidatura independiente, es activista en temas medioambientales y forma parte de la organización Wikipolítica. Otro caso es el de Pedro Ferriz, quien se ha desempeñado como periodista y locutor.
Conocer la trayectoria permite comprender quiénes y por qué motivos buscan contender desde una candidatura independiente.
Además, conocer sus diferencias permite mostrar que estas candidaturas no son homogéneas ni exclusivas para un tipo de ciudadanos como suele pensarse. Es importante no esencializarlas para entender la pluralidad que éstas representan. Si entre los partidos hay diferencias, ¿por qué no habría en las candidaturas independientes?
Por otra parte, la trayectoria es central para las candidaturas independientes. A diferencia de los partidos en donde el programa o la ideología se presentan como una carta de presentación ante el electorado, en las candidaturas independientes la carta es la trayectoria debido al personalismo de éstas. Lo cual no quiere decir que desde estas candidaturas no sea posible plantear un programa o ideología.
Redes
Las fuertes barreras de entrada promueven que sólo quienes tienen una amplia red de apoyo y capacidad para movilizar sus recursos puedan conseguir las firmas para el registro. Tan sólo en este momento la mayoría de aspirantes que han conseguido un mayor número de firmas o ya lograron rebasar el umbral solicitado han participado en algún partido político o cuentan con el apoyo de agrupaciones políticas.
La red y estructura del grupo de aspirantes que ha tenido una trayectoria en los partidos se ha construido alrededor de estos. Incluso, a nivel subnacional es posible observar cómo la estructura de estos aspirantes es más fuerte que la de los propios partidos. Por ejemplo, la candidatura independiente se convierte en una alternativa en aquellos casos donde se fractura el grupo político hegemónico. Además, estas candidaturas como alternativa tienen la ventaja de reducir aquellos costos que implicaría cambiarse de partido.
En esa línea se observa el caso de Jaime Rodríguez "El Bronco", quien a partir de una ruptura con el PRI local se convierte en candidato independiente a la gubernatura de Nuevo León y en 2015 gana la elección –gracias, entre otras cosas, al apoyo de grupos empresariales–. Posteriormente, en este año se registra como aspirante a la candidatura presidencial y su estructura se fortalece aún más, debido a las redes creadas desde el gobierno de Nuevo León.
Para el grupo de aspirantes que ha hecho un trabajo político al margen de los partidos y conseguido un número importante de firmas, su fortaleza se construye de la articulación de sus redes a partir de intereses comunes. Uno de esos casos es Wikipolítica, ya que la organización se ha convertido en un proyecto político capaz de impulsar a un grupo de personas que buscan participar desde la vía independiente. La fortaleza de la organización y su capacidad para movilizar recursos los mantiene en la lista de aspirantes con un mayor número de firmas reunidas. Además, una de sus principales banderas es la trayectoria de Pedro Kumamoto. En el caso de María de Jesús Patricio su estructura trasciende al Consejo Indígena de Gobierno, ya que su red se llega a traslapar con la del EZLN y con organizaciones, asociaciones y colectivos vinculados a una gama importante de temas asociados con la izquierda, el comunitarismo y el buen vivir por mencionar algunos. Dicha estructura hace que en este momento se encuentre en tercer lugar en la recolección de firmas para la Presidencia.
Las redes de las candidaturas independientes pueden estar o no al margen del Estado, pueden nutrirse por los partidos o instituciones gubernamentales y pueden o no estar sujetas a intereses comunes. También pueden estar vinculadas con consorcios mediáticos, con periodistas y con la comunidad intelectual. Sin la construcción y articulación de redes de apoyo con capacidad de movilización será casi imposible que algún aspirante a una candidatura independiente obtenga el registro. No obstante, cambia un poco la dinámica para quien consigue la candidatura, ya que el espacio oficial en medios y el uso de las redes sociodigitales puede compensar la falta de estructura. Pareciera paradójico pero no lo es del todo. Finalmente, no olvidemos que conocer las redes visibiliza los compromisos y muestra la fortaleza de quienes aspiran a una candidatura independiente.
Discurso
Uno de los elementos que fortalece la idea que sitúa a las candidaturas independientes como un ente homogéneo se construye a partir del discurso, ya que la mayoría de quienes contienden mediante esta vía centran su discurso en la distinción maniquea entre partidos y ciudadanos. Este discurso busca beneficiarse del desprestigio de los partidos. Sin embargo puede ser contraproducente para estas candidaturas, porque al hablar desde ese animal mitológico llamado ciudadanía se ocultan las diferencias entre éstas y cualquier crítica a una de ellas le pega a todas. Además, quienes hacen énfasis en esa distinción maniquea usualmente son contendientes sin propuestas claras.
Distinguir desde el discurso es importante porque permite ubicar hacia quién va dirigido, cuáles son los lugares de enunciación y cuáles son las referencias ideológicas del aspirante. Por ejemplo, la gran mayoría de las candidaturas independientes no ubican su discurso de manera explícita en el espectro ideológico, ya que una gran parte del electorado que no se identifica con algún partido tiende a ser parte del voto flotante en una elección. Sin embargo, a partir del contenido del discurso y el lugar de enunciación es posible develar dicha ideología.
Asimismo, la gran mayoría de quienes aspiran a una candidatura independiente impulsan el discurso de alternancia porque –lo dejo como hipótesis– la presentación y trayectoria personal puede fomentar la idea de cambio en una sociedad liberal. Además porque hay un desgaste del gobierno en turno. También se podrá observar que más de alguna candidatura se enfoque en atacar a un partido político o candidatura de cualquier tipo –ya sea partidista o independiente–, porque le es rentable o es parte de una alianza política.
En el marco de las redes sociodigitales el discurso no sólo es central, puede viralizarse, refutarse y tensionarse frente a otros discursos.
Por ejemplo, el discurso de María de Jesús Patricio contrastará con cualquier otra propuesta e incluso incomodará a gran parte del electorado, ya que ella representa el olvido histórico de los pueblos indígenas y refleja la desigualdad y pobreza en México. El proyecto que ella representa no busca competir por la Presidencia, sino mostrar que la democracia procedimental no ha logrado resolver una serie de problemas fundamentales.
Género
La política es un espacio tradicionalmente masculino y evidentemente las candidaturas independientes no son la excepción. Únicamente el 12.5% de quienes aspiran a la Presidencia, el 14.8% a una senaduría y el 38.14% una diputación federal son mujeres. Si el panorama ya es asimétrico, el porcentaje de mujeres que logren el registro y aquellas que ganen una elección será infinitamente menor frente a los hombres. Por otra parte, otras desigualdades, como la clase o la raza, pueden ser la diferencia para obtener el registro o ganar una elección. No es lo mismo ser Margarita Zavala que María de Jesús Patricio. En ese sentido, el techo de cristal es más frágil para unas mujeres que para otras.
Las candidaturas independientes deberían ser un espacio para aquellas mujeres que ven obstaculizadas sus aspiraciones políticas al interior de un partido –ya que en estos muchas veces se reproducen lógicas patriarcales–. Sin embargo, sin el apoyo de una estructura política la aspiración puede ser anecdótica.
Las candidaturas independientes no abonan en la lucha por la equidad entre hombres y mujeres, pero desde estos espacios se pueden abrir puertas para visibilizar este grave problema, impulsar agendas e influir en la legislación al respecto.
En suma
No cualquiera puede obtener una candidatura independiente. Esta respuesta más allá de ser una obviedad implica señalar las diferencias y desigualdades que operan entre aspirantes. Los obstáculos para quien busque una de estas candidaturas son filtros para que no llegue cualquiera, y paradójicamente evidencia la debilidad institucional de nuestro sistema político.
Los obstáculos están mediados por la desigualdad y no se reducen a lo señalado en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, ya que estos obstáculos pueden transitar de la brecha tecnológica y digital para conseguir las firmas hasta el desconocimiento de estas candidaturas por una parte importante del electorado. Lo cual no sólo afecta a quienes buscan una candidatura independiente, también a la democracia.