
La idea de un pueblo fantasma siempre nos parece de las imágenes más perturbadoras para nuestra realidad. El sitio de una de las mayores catástrofes nucleares ha abierto sus puertas y puedes conocerla.
La ciudad ucraniana de Prípiat fue el destino que eligió Manuel Villamar para pasar parte de sus vacaciones del 2017. El regiomontano habló con HuffPost México de su experiencia en la desolada urbe.
"Me parecía muy interesante poder visitar un lugar así, tenía toda la intención de conocer y este verano pude estar ahí", dice Villamar.
Para los mexicanos existe el requisito de visa para entrar a Ucrania, como en muchos casos se facilita teniendo la de Estados Unidos, se debe pagar 150 dólares estadounidenses (2 mil 867 pesos mexicanos) por este documento.
Se calcula que cerca de 5 millones de personas se contaminaron durante los primeros meses de la catástrofe.
"Llegué a Kiev, la capital del país, yo desde Monterrey había planeado mi visita a Chernóbil, lo hice a través de una página de tours", comentó Manuel.
Los costos para este peculiar paseo varian desde 80 hasta los 300 dólares estadounideneses.
Desde la estación de trenes del sur de Kiev es el punto de reunión, de ahí son trasladados por tierra a 134 kilómetros para llegar a la zona de la catástrofe.
Ucrania ha querido catalogar la zona de desastre como Patrimonio de la Humanidad, Naciones Unidas lo rechaza ya que parte del requisito es el mantenimiento de los inmuebles.
"Hay varias opciones, una es en la que haces un recorrido en un día y regresas a Kiev, el otro, que decidí tomar es en el que pasas la noche en Prípiat", relató emocionado Manuel.
No se puede entrar con manga corta o zapato abierto, no se dan gafas o mascaras de seguridad, se considera que la radiación ya es muy baja para una afectación en el corto plazo.
Existen dos puntos de control para ingresar a la ciudad, en un principio se revisan los documentos migratorios. La agencia debe registrar a los visitantes y autoridades cotejan la información de los pasaportes con las autorizaciones de ingreso a la zona restringida.
"En el segundo punto revisan los autos y se te toma una lectura de la radiación a la que estás expuesto, luego ya dentro de la ciudad las visitas siempre son en compañía de un guía", apuntó Manuel.
Durante el recorrido se puede ingresar a los edificios abandonados, se aprecia parte de las pertenencias de los anteriores habitantes de las unidades habitacionales.
El 26 de abril de 1986 ocurrió el accidente nuclear de Chernóbil.
"Es increíble como la naturaleza se ha ido apoderando de la ciudad", recordó Manuel ante esta imagen de la extinción humana.
El recorrido te permite visitar prácticamente toda la ciudad.
"Durante el segundo día después de que pasamos la noche en un hotel de Prípiat, donde por cierto no puedes salir después de las 10pm, nos llevaron al reactor 4", mencionó Manuel. El rector 4 fue donde un error humano provocó la emergencia nuclear más grave de Europa.
"Olvidense de historias de zombies, de leyendas y de fantasmas, nada de eso está en el tour", aclaró Manuel.
El viajero regiomontano señala que este tipo de turismo no es para todos ya que es meramente contemplativo y lleva una carga de riesgo.
Al fin del recorrido se toma una lectura con un medidor Geiger para verificar el estado del cuerpo expuesto a la radiación.
¿Te atreverías a visitar la ciudad?