
José Montaño, excomandante de la Policía Estatal de Puebla que torturó a la periodista Lydia Cacho en diciembre de 2005, fue condenado a cinco años y tres meses de prisión.
La Procuradurìa General de República (PGR) anunció la sentencia obtenida por La Fiscalìa Especial para la Atención a Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) después de 11 años y 10 meses después de que el funcionario público abusó psicológica, física y sexualmente de la periodista en Puebla.
En medio de los atropellos a sus derechos humanos, Cacho era acusada de difamación debido a la publicación de su libro "Los demonios del edén", donde evidenció la red de pederastas de la que presuntamente formaba parte el empresario Kamel Nacif.
Posteriormente, se dieron a conocer grabaciones en las que Mario Marìn, exgobernador de Puebla, propuso castigar a la periodista por su investigación.
Lagunas de impunidad
A pesar de tratarse de la primera resolución a favor de una mujer de un juicio con perspectiva de género, la comunicadora afirmó a SinEmbargo que la sentencia dejó espacios de justicia pendientes.
No quieren poner los nombres de los políticos a los que mencionó el policía [condenado] en sus confesiones, que son todos los que me mandaron torturar.
De acuerdo con Lydia Cacho, a pesar de que no se denominó como violencia sexual, su caso marca un precedente en México, pues es la primera vez en la que se sentencia a un agente por tortura a una periodista, "viva o muerta".