
Dos semanas después de que varios periodistas de investigación expusieran décadas de acusaciones contra Harvey Weinstein por abuso sexual, la galardonada actriz Lupita Nyong'o ha dado un paso al frente confesando su propia experiencia con el ya infame productor.
En una columna para The New York Times, Nyong'o, de 34 años, cuenta que Weinstein la invitó a comer, luego la invitó a su casa de Connecticut (EU) para ver una película allí, a continuación la llevó a su habitación, se ofreció a darle un masaje y le dijo que quería quitarse los pantalones. La actriz también acusa a este magnate de Hollywood de parar de forma abrupta una cena con ella después de que ella declinara su invitación de irse a su habitación de hotel.
"He sido parte de una comunidad de mujeres que han tenido que lidiar con el acoso de Weinstein", afirma Lupita Nyong'o.
Estos encuentros, describe Nyong'o, ocurrieron cuando ella era aspirante a actriz y estudiante de la Escuela de Drama de Yale.
"Dejé en un cajón muy escondido mi experiencia con Harvey, al fondo de mis recuerdos, uniéndome así a la conspiración de silencio que ha permitido a este depredador seguir acechando durante tantos años", escribe la actriz, que ganó un Oscar en 2014 por su papel secundario en la aclamada película 12 años de esclavitud.
"Pero ahora que el tema se está tratando abiertamente, no he podido evitar que afloren estos recuerdos".
Más de 40 mujeres han acusado a Harvey Weinstein de usar su poder en la industria para manipular, acosar y abusar sexualmente de ellas. Los presuntos incidentes se han repetido a lo largo de décadas. La Policía de Los Ángeles, Nueva York y Londres están investigando acusaciones de delitos sexuales, incluidas violaciones, contra el productor.
Muchas de las historias contra Weinstein siguen un patrón similar: Weinstein atraía a las actrices para llevarlas a una sala con la excusa de una reunión de trabajo, y luego las forzaba a llevar a cabo actos íntimos. En algunos casos, a Weinstein se le acusa de violación. En otros, de humillarlas después de que ellas le pararan los pies o se negaran a acceder.
Entre las presuntas víctimas se incluyen Asia Argento, Ashley Judd, Rose McGowan, Kate Beckinsale, Ambra Battilana Gutierrez y Rosanna Arquette.
Yo, que parecía (y me sentía) tranquila en el 97, con 21 años, meses antes de que me violara Harvey Weinstein.
En su carta, Nyong'o describe el acoso y las insinuaciones de Weinstein. Explica cómo él le puso las cosas difíciles cuando ella le dijo que no, y lo que tuvo que hacer para lograr retomar el control de las situaciones en las que Weinstein la puso.
Durante una comida con el productor, relata Nyong'o, Weinstein pidió un coctel de vodka para ella e insistió en que se lo tenía que tomar, por mucho que la joven lo rechazara más de una vez.
"Estuvimos un rato que sí que no" —escribe la actriz—, "hasta que al final él se giró hacia el camarero y le dijo: 'Ponle lo que te digo que le pongas. Soy yo el que paga".
Después, viendo una película en su casa, Weinstein paró la cinta y pidió a Nyong'o que le acompañara a su dormitorio, donde le dijo que le apetecía darle un masaje. Ella, que se sintió incómoda, cuenta que se ofreció en cambio a dárselo a él para poder controlar mejor la situación.
Nyong'o recuerda:
Harvey me llevó a una habitación —la suya— y anunció que quería darme un masaje. Al principio pensé que era broma. Pero no. Por primera vez me entró un poco de pánico y rápidamente pensé en ofrecerme a dárselo yo: así yo tendría físicamente el control, sabría exactamente dónde ponía él las manos.
El masaje acabó cuando Weinstein dijo que quería quitarse los pantalones. Nyong'o se fue de la habitación y, luego, de la casa.
En otra cena con el productor, Nyong'o cuenta que Weinstein cortó de forma abrupta la reunión cuando ella rechazó su invitación para subir con él al hotel.
Me dejó atónita. Le dije que prefería comer en el restaurante. Y él me contestó que no fuera tan ingenua. Que si quería ser actriz, tendría que estar dispuesta a hacer ese tipo de cosas. Me dijo que él había salido con la famosa actriz X e Y y que mirara a dónde las había llevado.
Me quedé un rato callada hasta que reuní el coraje para declinar educadamente su oferta.
Nyong'o, quien protagonizó varias películas taquilleras en su carrera, incluyendo Star Wars: The Force Awakens y la próxima Star Wars: The Last Jedi, dijo que no se ha enfrentado a ningún tipo de acoso desde sus encuentros con Weinstein. Ella lo atribuye a elegir proyectos dirigidos por mujeres y "hombres que son feministas por derecho propio que no han abusado de su poder".
Weinstein no es la única figura poderosa en Hollywood acusada de abuso.
La exmodelo de Playboy, Carrie Stevens, y la actriz Patricia Arquette acusaron al director Oliver Stone de comportamiento abusivo. El hermano de Weinstein, Bob, también ha sido acusado de ser abusivo y abusador.
La actriz dijo que la "naturaleza íntima" de la industria es la razón por la cual los de adentro deben permanecer atentos a los abusadores en la industria.
"Ahora que estamos hablando, que nunca más nos callen sobre esto", escribe. "Alzo la voz para contribuir a acabar con la conspiración del silencio".
Aquí puedes leer la columna completa de Lupita Nyong'o en The New York Times.
Este artículo se publicó originalmente en la edición estadounidense del HuffPost.