
Aunque Andrés Manuel López Obrador sigue a la cabeza en las encuestas de preferencia electoral rumbo a 2018, la ruptura con dos de sus aliados históricos podría pasarle factura en su tercer intento de alcanzar la presidencia de la República.
De este modo, el distanciamiento entre el tabasqueño y Dante Delgado, dirigente de Movimiento Ciudadano, aunado a la fractura interna de Morena en la Ciudad de México, le resta a López Obrador fuerza en puntos estratégicos para conseguir el triunfo en la elección presidencial del próximo año.
Delgado afirma que en 2000 contribuyó a que Andrés Manuel López Obrador fuera Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal. Lo apoyó en la candidatura presidencial del 2006 y estuvo presente en la construcción del proyecto del 2012.
Pero después de la última elección presidencial, el distanciamiento entre López Obrador y Dante Delgado se hizo cada vez más notorio a partir de que Morena inició su camino para constituirse como partido político. Una situación con la que Delgado no estuvo de acuerdo, pues consideraba que Morena podía continuar como movimiento social y disputar cargos políticos a través de Movimiento Ciudadano.
Fue entonces que el partido naranja comenzó a acercarse y a posicionar a otros liderazgos de izquierda como alternativas a la candidatura presidencial de López Obrador en 2018.
Una situación que Delgado evidenció durante una entrevista con SDP en 2013, en la cual, deja entrever su desencuentro con el tabasqueño a partir de que Morena se constituye como organización política y posteriormente como partido político.
"Tendrá que hacerse en 2018 una adecuada evaluación de los aspirantes progresistas a la presidencia", señalaba Delgado, quien pese a no descartar a López Obrador, empezó a posicionar otros nombres en la baraja de presidenciables de la izquierda.
"El liderazgo histórico es del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. Pero hay dos grandes liderazgos, además del ya mencionado Andrés Manuel. Uno es Mancera, que es jefe de gobierno, y otro que acaba de terminar, que hizo un muy buen ejercicio de gobierno, Ebrard. Pero además, hay figuras relevantes en la izquierda, como Ricardo Monreal y está emergiendo Enrique Alfaro, que estuvo muy cerca de ganar la gubernatura de Jalisco. Alfaro encabeza una fuerza política regional muy relevante", aseguró.
En la entrevista, Dante también recordó la manera en que López Obrador lo marginó de Morena. A partir de entonces, el divorcio se fue haciendo cada vez más profundo.
"Antes era uno y pasan a ser dos. Creo que nosotros podemos tener electoralmente mayoría. Esto lo justifico con base en los resultados electorales anteriores", afirmaba Delgado.
A pesar de que MC arropó a integrantes de Morena dentro de su bancada en la Cámara de Diputados (como Ricardo Monreal y Luisa María Alcalde), la separación entre ambos se hizo más profundo en las elecciones intermedias de 2015, cuando compitieron como adversarios. Una elección en que Morena se consolidó como un partido aspirante a la presidencia de la República y MC creció por cuenta propia hasta lograr casi un 7% de la votación total.
"Así como ellos tiene presencia aquí en el DF, nosotros tenemos presencia en el occidente y norte del país. Nosotros sí ganamos, del proyecto progresista fuimos los que más votos sacamos en esas circunscripciones", indicó Delgado en una entrevista con El Universal tras las elecciones de 2015.
Al pronunciarse sobre la necesidad de construir un "Cuarto Polo", Delgado aseguraba que un frente de fuerzas progresistas debería tomar decisiones colegiadas, y no unipersonales. Un señalamiento claro a López Obrador: "por eso nosotros no nos vamos a sumar a ninguna candidatura, vamos a construir un proyecto y vamos construir en su momento una candidatura de la sociedad nacional que esté por encima de los partidos".
Todo este proceso derivó en que Dante y MC optaron por sumarse al PAN y PRD en el Frente Ciudadano, lo cual provocó que López Obrador ubicara al partido naranja como integrante de la "mafia en el poder".
De este modo, el tabasqueño perdió a quien había sido su aliado natural desde el año 2000, que en los últimos años ha logrado fortalecer su estructura político electoral en lugares como Jalisco y el norte del país, lugares donde Morena no ha logrado despuntar y que podrían resultar claves ante una elección presidencial cerrada.
"Un año antes de las elecciones federales de 2015, Dante también anticipó que los partidos en el 'polo progresista', el PRD, PT, Movimiento Ciudadano y Morena lograría entre 50 y 60 diputados; obtuvieron 58. Adelantó que su partido ganaría en Jalisco y tendría avance en el norte. Con Enrique Alfaro en la presidencia municipal de Guadalajara, el partido arrasó en Jalisco; mientras que al tener como candidato al gobierno de Nuevo León al expanista Fernando Elizondo obtuvo 5% del voto en un estado donde no existía. Veía ese año como fundamental para saber en dónde estaban parados realmente los partidos de izquierda", escribió Raymundo Riva Palacio en 2016.
"Nadie puede negarle créditos al ex priista que hizo de Convergencia -el nombre anterior del partido- un bastión importante para Andrés Manuel López Obrador en 2006 y 2012. Y que se arriesgó después a jugársela sin AMLO. Dante Delgado Ranauro logró sobrevivir sin el tabasqueño. El Partido del Trabajo no pudo", escribió en 2016 la periodista Ivonne Melgar.
"Dante fue sumando a su causa a cuadros con capacidad para ganar votos y para ejercer la representatividad, ese bien tan depreciado en nuestros días. Y confieso que para mí fue una sorpresa, en la legislatura anterior, constatar en la cotidianidad de la Cámara de Diputados, que la bancada de MC era sin duda la mejor a pertrechada para el debate y la oposición al Pacto por México. Destacaban Ricardo Monreal, Ricardo Mejía Berdeja y Luisa María Alcalde Luján", agregó Melgar.
"Movimiento Ciudadano coloca de inicio, como uno de sus blancos, a otro partido, el denominado Morena y a su virtual candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador", señaló el periodista Julio Hernández en diciembre del año pasado, al relatar la manera en que la estrategia electoral de MC en aquel entonces apuntaba a un candidato "independiente" como Miguel Ángel Mancera o Jaime Rodríguez El Bronco.
Pero la ruptura entre López Obrador y MC no es la única que podría restarle posibilidades de llegar a la presidencia en su tercer intento.
El pleito con Monreal que podría quitarle votos a AMLO en CDMX
La fractura entre la "nomenklatura" de Morena y el jefe delegacional de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, abre la posibilidad de que el zacatecano pueda contender a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y restarle votos a la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum.
Un escenario político que parecía poco probable hasta hace unos meses, cuando las estimaciones hacían pensar que Morena podría arrasar en las elecciones de Ciudad de México, de modo similar a lo que ocurrió en las elecciones de 2015.
"Parte de mi relación con Morena quedó entre los escombros", aseguró Monreal en entrevista con Milenio.
Aunque el zacatecano descartó nominarse para la presidencia de México o registrarse como independiente a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, todavía no desiste en su aspiración de ser el relevo de Miguel Ángel Mancera como mandatario de la capital.
"Está muy medida mi aspiración. Con Andrés, me une una relación no sólo de amistad y de afecto, de lealtad. No tengo temor en decir que soy un hombre que nunca lo va a traicionar", dijo Monreal, quien soltó: "pero sí creo en el principio de legalidad, el principio de derecho, soy más estricto en ese sentido".
Luego de la polémica que generó la ruptura de Monreal con López Obrador (la primera división relevante al interior de Morena), el zacatecano señaló que hubieran podido encontrar una salida negociada al conflicto, pero que a estas alturas, la ruptura es inminente.
"En política, la cortesía, el trato, las formas son fondo. En política, nadie se resiste a la cortesía (...) Por eso me siento lastimado, porque no hubo un mínimo trato", declaró Monreal a Expansión previó al sismo del 19 de septiembre.
"El acuerdo pudo haber sido antes de participar. Hoy las cosas están muy avanzadas", dijo.
Pero la división interna en Morena abrió un nuevo frente de batalla para López Obrador, quien podría perder votos importantes en la capital del país, su principal bastión, ante la posibilidad latente de que Monreal pueda ser nominado como candidato a la gubernatura de la capital por el Frente Ciudadano (PAN-PRD-MC). Una gubernatura que sería bien vista por PAN y MC, pero que ve en Alejandra Barrales, presidenta del PRD, a su principal obstáculo, pues la senadora busca contender para ese mismo cargo en 2018.
Esto, aun cuando una reciente encuesta de El Universal ubica a Barrales como la candidata más competitiva del Frente Ciudadano. Un escenario en que el peso de Monreal sería decisivo en una elección cerrada entre Morena y la alianza PAN-PRD-MC.
Escenarios que, sumados a la poca presencia de Morena en el norte del país, podrían derivar en un tercer intento frustrado de López Obrador por alcanzar la presidencia de México.
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