
Llegó finalmente el día que marcará un antes y un después en la mayor crisis política que vive España en las últimas décadas.
¿Declarar la independencia de Cataluña o renunciar y mantener abierta la puerta al diálogo? Ese es el dilema del presidente regional de Cataluña, Carles Puigdemont, que este martes mantiene en vilo a España.
A partir de las 18:00 hora local (16:00 GMT), Puigdemont comparece ante su parlamento por primera vez desde el referéndum ilegal del domingo 1 de octubre, que tuvo una participación del 43% del censo, con más de un 90% de los votos a favor de la independencia, según las autoridades de Cataluña.
El contenido de su discurso es una incógnita: inicialmente prometió declarar la secesión como colofón a la escalada con el gobierno central de Mariano Rajoy, firmemente opuesto a permitir una consulta legal reclamada por una amplia mayoría en la región.
Las principales asociaciones separatistas de la región habían convocado una manifestación frente al parlamento para "apoyar y defender la declaración de independencia", y que finalmente será trasladada al exterior de este parque.
El gobierno de Rajoy promete actuar con firmeza
Desde Madrid, el gobierno español de Mariano Rajoy promete actuar con firmeza si los dirigentes regionales avanzan con la ruptura y sobre la mesa está la suspensión de la autonomía regional o incluso decretar un estado de emergencia.
Pero las presionas nacionales e internacionales, así como la fuga de empresas y la incertidumbre económica, podrían moderar la postura de Puigdemont, que reclama una mediación internacional para solucionar el conflicto.
Madrid cuenta con el apoyo de Europa
Madrid cuenta con el apoyo de Europa, dijo en Luxemburgo el ministro español de Economía, Luis de Guindos, asegurando que la respuesta al órdago catalán será la "adecuada".
"Esto no es un tema de independencia sí, independencia no. Esto es un tema de rebelión contra el Estado de derecho y el Estado de derecho es la base no solamente de la convivencia en España sino también de la convivencia en Europa", estimó De Guindos.
La ministra francesa de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau, dijo el lunes al canal de noticias Cnews que "si hubiera una declaración de independencia, sería unilateral, no sería reconocida". "No tenemos ningún motivo para pensar algo distinto de lo que piensa la Constitución española. Somos socios, aliados, de España, y España es una gran democracia", dijo Loiseau.
La canciller alemana, Angela Merkel, reafirmó el apoyo de Alemania a la "unidad de España".
Territorio estratégico
En juego está el futuro de un territorio estratégico para España, con una superficie similar a la de Bélgica, con un 16% de su población y un 19% de su Producto Interior Bruto. Y desde Madrid, no piensan quedarse de brazos cruzados.
Con información de AFP.