El gobierno de Evo Morales planeó un gran homenaje de cinco días para conmemorar los "50 años de Ernesto Che Guevara en Bolivia", pero la multitud que esperaban no llegó el lunes a Vallegrande, el lugar en el que falleció el guerrillero argentino.
Vallegrande, una pequeña localidad situada a 240 km de Santa Cruz (este) pretende convertirse en un destino turístico gracias al mausoleo y el museo dedicados al guerrillero, cuyos restos reposan en la ciudad cubana de Santa Clara, donde el domingo cerca de 70,000 personas le rindieron homenaje.
Su compañero de lucha durante la Revolución Cubana, Harry Villegas Tamayo, fue uno de los que asistió al último día de homenaje del Che en Bolivia. Para él, Ernesto Guevara de la Serna "era un revolucionario y el revolucionario es un hombre lleno de amor que quiere construir una sociedad distinta", recordó "El Pombo", apoyado en un bastón.
Junto a él, también acudieron a los actos el exguerrillero Leonardo Tamayo Núñez (alias "Urbano"), así como los cuatro hijos del Che, un amigo de infancia y el Comandante de la Revolución, Ramiro Valdés, representando al gobierno de Cuba.
Aparte de algunos nostálgicos que este fin de semana han vestido el uniforme verde oliva, lucido barbas y calzado gorras, sólo acudieron al evento centenares de personas, de los 10,000 seguidores del revolucionario que esperaban los organizadores.
El Che Guevara fue ejecutado el 9 de octubre de 1967 entre Vallegrande y La Higuera, al día siguiente de ser detenido en la Quebrada del Yuyo por el ejército boliviano que recibió adiestramiento de Estados Unidos.
Ernesto Guevara quería trasladar la revolución cubana a lo largo del Cono Sur, empezando por Bolivia, país que había visitado en 1953, cuando fue detenido y asesinado un día como hoy pero hace cincuenta años.
Con información de AFP.