
La Historia nos dice que no hay guerra que se haya ganado sin aliados, y la humanidad mimética como es, aprendió que la unión hace la fuerza. Es por eso que Argentina, Uruguay y Paraguay quieren reunir sus esfuerzos para demostrar a FIFA, con el Mundial 2030, que el poder latino puede enseñar mucho más que de futbol.
Aunque el primer proyecto de naciones conjuntas buscando ser sedes de la Copa del Mundo (México, Estados Unidos y Canadá) no ha sido aprobado, sin duda ha marcado una pauta para los países que quieran competir, pero que por sí solos no podrían debido a que carecen de una infraestructura insuficiente y una economía 'variable'.
Por tanto, estos países del cono sur decidieron unirse para la creación de un proyecto que nos sorprenda en 2030 al ser los anfitriones del Mundial de futbol.
La noticia fue anunciada por los presidentes de Argentina, Paraguay y Uruguay, ayer 4 de octubre en Buenos Aires. No obstante, Horacio Cartes, ejecutivo paraguayo, aseguró para la BBC que la primera reunión para presentar las ofertas se llevará a cabo la primera semana de noviembre.
Por su parte, la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA), afirmó que "apoyaría firmemente" al único contrincante -hasta ahora- del proyecto sudamericano: Inglaterra.
¿Por qué es una buena idea?
Más que una buena idea es romántica, pues, por lo menos Argentina y Uruguay han sido dos grandes exponentes del futbol desde que se institucionalizó el torneo en 1930, precisamente para festejar el primer centenario de la máxima verbena pambolera.