Un apasionado de la cultura japonesa dedicado profesionalmente a la fotografía, un día decide juntar todo el dinero que tiene, pedir unas vacaciones, subirse a un avión y volar a Japón.
De esta forma, el fotógrafo mexicano Carlos Vargas, quien se ha dedicado a la fotografía para editoriales y bancos como iStock y Shutterstock, captó imágenes en Kioto, Tokio, Hakone y Kamakura que tratan de hacer visible sitios extraordinarios que el día a día ha vuelto comunes.
Como si se tratase de una respiración profunda, reflexiva, que permita a la mirada sobrepasar sus límites, deslumbra lo natural de las imágenes.
Vargas comparte con el HuffPost algunas fotografías que ahora publica en el libro Japón: uno, editado por La Herrata Feliz.
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